lunes, 1 de junio de 2009

De la cultura del esfuerzo contra la cultura de la satisfacción - Reflexión



Esfuerzo contra satisfacción..., delirante planteamiento en apariencia y quizá lo sea pero no tanto si analizamos un tipo de cultura y otra, enfrentadas en nuestra actual sociedad de consumo y materialista.

Estamos viviendo desde hace muchos años ya, un ignorante silencio, hacia los valores que representan el esfuerzo y el mérito en el trabajo y/o estudio - sea cual fuera - y no se valoran porque no se han adquirido o peor aún, se han ido perdiendo, difuminándose..., por lo tanto no se muestran..., tan deteriorada está nuestra sociedad, tan frágil y quebradiza que no se le da la importancia debida.

La cultura del esfuerzo diario (moderación) y que cotidianamente se desarrolla está enfrentada, lamentablemente en ésta nuestra sociedad, contra la cultura de la satisfacción (quiero algo y tiene que ser ya) vacía y egoísta.

Y aquí tiene cabida uno de los problemas mas acuciantes y penosos en nuestros días, el endeudamiento. El excesivo endeudamiento que no se ha ponderado con la suficiente sensatez para evitarlo, debido exclusivamente a esta cultura de satisfacción que se ha impuesto como un estandarte a modo de falso status que tiene atrapada, para muchos años, a una inmensa mayoría.

El progreso y la prosperidad son objetivos a alcanzar en una sociedad desarrollada pero no a cualquier precio, y por supuesto nunca a costa de la felicidad de sus individuos, movidos por cantos de sirenas en pos de conseguir el modelo de triunfador (desafortunada y molesta etiqueta importada por las series de cine y televisión, allende los mares) y que les ha llevado a una situación tan compleja de solucionar.
Este endeudamiento les impide disfrutar plenamente de la vida, pues su inmediatez en sus ansias de satisfacción han sido grandes, tanto como sus deudas.

Con la cultura del esfuerzo no se caen en estos engaños pues prima la moderación y se calculan los riesgos que nos conducirán a una situación controlada dentro de nuestras posibilidades.

Se nos muestra a través de los medios de comunicación como impera la satisfacción frente al esfuerzo, para nada se puede leer ni ver que se valoren la constancia, el trabajo y el esfuerzo que se necesitan para seguir adelante, cada uno en nuestro cometido. Se visualiza la satisfacción inmediata, "olvidándose" de la cultura del esfuerzo que uno u otro habrán realizado para que se alcance aquella.

La diferencia estriba en que ese preliminar fundamental y necesario no se hace visible porque no interesa y ésto es así por la dinámica que se nos impone y que si no nos detenemos a observarla con cierta perspectiva nos terminará por anular completamente.

Es muy satisfactorio que después de nuestro trabajo, esfuerzo, tiempo y dedicación se pueda alcanzar aquello que queremos, pero a su lógico y debido tiempo.

La fruta se come madura y no verde.

La impaciencia por tener, por poseer rápidamente no fragua carácter alguno, al contrario genera fragilidad e insatisfacción pues una vez alcanzado y rápido, se deja de valorar hasta la próxima etapa y así sucesivamente; genera una suerte de individuo egoísta, insolidario y nada comprensivo hacia el resto que tiene esa cultura de la paciencia y trabajo que culminarán - con mas posibilidades de satisfacción y mas consolidada, si cabe - pues se valoran más las cosas precisamente porque han costado de conseguir.

Y así ha sido para el que suscribe que cree valorar lo que tiene precisamente porque le ha costado de conseguir, afortunadamente, añadiría.

7 comentarios:

dezaragoza dijo...

Me parece un artículo realmente maravilloso. Lástima que la mayoría de oídos que puedan escucharlo sean inmaduros incapaces de valorarlo en su justa medida. Pero realmente... acertadísimo. Un saludo.

MRB dijo...

Excelente reflexión. "A quien madruga, Dios lo ayuda", muy pertinente al esfuerzo que podemos poner en todas las áreas de nuestra vida.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo,el endeudamiento del 80% de la poblacion Mundial es cada vez mas Grande,esa era la idea
crear esclavos del trabajo sin derecho a disfrutar nuestro tiempo.
Por eso fuimos educados sin valores morales , eticos ni de conciencia.

Fénix dijo...

Me ha gustado mucho este artículo, hay mucho de razón en lo que nos cuentas sobre la paciencia y la perseverancia, aunque en un mundo que corre tan deprisa esos valores se estén perdiendo. Ya no vale el esfuerzo, sino la rapidez de unos resultados sin importar el método. Un saludo

Anónimo dijo...

Gracias, dezaragoza, me alegra haber sabido comunicar lo que pretendía en esta entrada. Su significado y lo que representa nos permitirá ir creciendo como personas.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Shanty, como bien dices en tu comentario al post, esfuerzo que podemos poner en nuestras vidas..., ésta es la cuestión a tener en cuenta.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Qué tal, May ? Agradecido por tu visita y comentario al post. Si se pierde el valor al esfuerzo y al trabajo, que nos queda ?... lo que tenemos!.
Cordiales saludos.