martes, 15 de abril de 2008

De porqué no esperamos a que cambie el semáforo - Reflexión



Ya hace bastante tiempo que tenía ganas de escribir un post sobre esta cuestión.

Pero la respuesta es tan compleja y variada como simple: ...porque no queremos.

Voy a intentar explicar a partir de mis sensaciones la cuestión anteriormente planteada. La situación es bastante común y frecuente,... nos encontramos paseando, nos dirigimos hacia el trabajo, vamos de compras, tenemos una cita..., no importa nuestro destino ni lo importante que sea, invariablemente, cuando vamos a cruzar por un paso de peatones regulado por semáforos - si podemos, cruzamos, sin esperar a que se ponga en verde -, ...pues tenemos prisa, mucha prisa, vamos a hacer cosas tan importantes y trascendentales que un simple semáforo no nos va a detener ¡faltaría más!

¿Porqué no tenemos que cruzar? O mejor aún ¿para que nos vamos a detener? ¿si no viene ningún coche?

Hay varios motivos por los que tenemos que esperar:

- Por seguridad. Para mí, y por alusión profesional, la primera e importante respuesta nos lleva a velar por nuestra seguridad y por la de los demás, pero como ésta no parece que sea importante, habrá que buscar otras.

- Por educación. Por ejemplo. Pero ésta es difícil, también, pues no hay cultura vial y nuestra primitiva y escasa educación no nos da para tanto y este concepto no se valora, por lo tanto ¡descartado, también! Y nos consideramos civilizados...

La cosa se pone interesante,... aquí estoy publicando este post, y no encuentro los motivos por los que cuando estoy metido en situación, me quedo solo en el borde de la acera, me pasan todos, cruzan, ya se encuentran en la otra acera, con sus prisas y sus cosas, además no pasa ningún coche... y yo estoy solo y esperando a que me salude el muñequito verde del semáforo para cruzar.

Es como si mi vida no tuviera la importancia de las suyas, no requiere de sus urgencias, de su impaciencia, sin duda son cosas importantes las que tienen que resolver y yo no tengo nada que hacer y menos que sea tan importante por eso me espero y pierdo el tiempo tan estúpidamente.

No me digan que la situación se las trae,... a ver... vuelvo a recrear la situación y la cara de la gente es un poema, me miran, no me comprenden. Y allí me quedo con cara de circunstancias y no cruzo hasta que no está en verde.

Situación cómica pero aún lo es más cuando voy acompañado. Veamos,... vamos paseando y cuando llegamos al paso de peatones y está en verde cruzamos sin mayor complicación y llegamos a la otra parte, no hay conflicto...; pero cuando está en rojo y pueden, cruzan, y me dejan solo en la otra acera (que viene a ser como la cara oculta de la Luna), claro cuando llegan y ven que no he cruzado ...

- Por ser mejor ciudadano. ¿Cómo, qué dice? ¿para qué? si mejoramos en nuestra actitud frente a la vida creceremos como personas. Ésta es una buena forma de empezar a aprender a ser mejores, con nuestro ejemplo inculcaremos una conducta y quizás alguien siga nuestro ejemplo y la próxima vez seremos varios los que nos quedaremos en la acera... esperando a que cambie el semáforo.

- Por calidad de vida. Les propongo que aprovechen estos breves instantes para detenerse y frenar un poco del frenesí diario, empiece a tomar unos momentos de tranquilidad, interrumpa sus prisas, tome sus pausas, cambie de actitud y quizás esta nueva actitud le sirva para replantearse aspectos de su vida que merecen atención. Para cambiar las cosas debemos hacer cosas diferentes.

Y por cualquier otro motivo que Uds. prefieran.

Anécdota: Estaba una mañana esperando a que cambiara el semáforo en una calle muy transitada de mi querida Valencia, cuando un grupo de japoneses (con cámaras y vídeos en mano) se sorprendieron al ver como la inmensa mayoría de los peatones corriendo se saltaban el semáforo en rojo. Fue motivo de espectáculo y con gran avidez se llevaron un completo documento gráfico del instante tan extraño para ellos.

Por mi parte, les espero en el borde de la acera. Espero su compañía. No me dejen solo, por favor.

Nota del autor: Dedico este post a dezaragoza, que con su comentario en el blog me ha animado a continuar publicando y terminar el post que tenía como borrador.

Saludos ciudadanos.

5 comentarios:

dezaragoza dijo...

Agradecido por la dedicatoria. Y si opr cada comentario que hago provoco que usted escriba otro post entonces le aseguro que su blog será largo y próspero.

El tema del semáforo... no veo tanto el porqué sino el cómo. Viajero impenitente desde joven (mochilero de aventuras) ví cómo en Europa había respeto por ciertas cosas: limpieza, normas circulatorias...
Más tarde aprendí que hay dos factores que son los que nos hacen como somos:
1) presión social positiva. Si uno está en un bar de Luxemburgo (por poner un ejemplo), tanto evita levantar la voz como evita tirar algo al suelo. El ambiente presiona nuestros actos.
2) presión social negativa. Si uno pasa en Berlín con semáforo en rojo y lo ve un policía le puede caer una preciosa multa de 60 Euros.
Palo y zanahoria, hay poco más en los asuntos públicos y sociales. Luego están los personales pero... son personales. Un saludo.

dezaragoza dijo...

Necesitamos el siguente post de este blog. En serio. Espero seguir leyéndole.

Natalia dijo...

¡Hola! Muchas gracias por comentar en mi blog.
Yo también quedo esperando a que el hombrecito verde se ilumine para poder cruzar. Cuando era pequeña mi mamá me enseñó "más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto", eso, más el atropello que sufrió mi padre, me convirtieron en una fanática del muchacho verde que nos dice "¡Cruza!". Aunque debo reconocer que en mi fanatismo nunca estoy sola, siempre hay gente poco osada que me acompaña (aunque no faltan los "locos" que cruzan corriendo, si es que se puede, yo lo encuentro una irresponsabilidad tremenda,

Jajaja, nunca imaginé que iba a estar opinando sobre ese tema.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Hola, dezaragoza, es un privilegio tenerte como lector y recibir tus comentarios al post. Tienes mucha perspectiva y eso me gusta. Seguiremos leyéndonos, no te quepa la menor duda. UN PLACER.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Natalia!
La verdad es que es un tema cotidiano y del que se no se ha escrito lo suficiente. Me alegra que no me dejes sólo en el borde de la acera..., cada día somos más los que ya nos esperamos a que el semáforo cambie.
! Saludos !